Una historia cuenta que habÃa dos amigos caminando por el desierto. Durante algún momento del viaje, tuvieron una discusión, y un amigo abofeteó al otro en la cara. El que fue abofeteado estaba herido, pero sin decir nada, escribió en la arena;
"Hoy mi mejor amigo me abofeteó en la cara"
Siguieron caminando hasta que encontraron un oasis, donde decidieron bañarse. El que habÃa sido abofeteado se quedó atrapado en el fango y comenzó a ahogarse, pero el amigo lo salvó. Después de recuperarse del casi ahogamiento, escribió en una piedra;
"Hoy mi mejor amigo me salvó la vida"
El amigo que habÃa abofeteado y salvado a su mejor amigo le preguntó; "Después de que te lastimé, escribiste en la arena y ahora, escribes en una piedra, ¿por qué?"
El otro amigo respondió;
"Cuando alguien nos lastima, debemos escribirlo en la arena donde los vientos de perdón puedan borrarlo. Pero, cuando alguien hace algo bueno por nosotros, debemos grabarlo en piedra donde ningún viento pueda borrarlo"
"Que toda amargura, ira, ira, clamor y calumnia sean alejados de ti, junto con todo tipo de malicia. Sed amables y serviciales los unos con los otros, tiernos de corazón, perdonándoos unos a otros, asà como Dios en Cristo también os perdonó". Efesios 4:31-32
¡Paz, Amor y AlegrÃa!
Sandra Ivette Miranda