¡Hola, mis fieles lectores! Estoy sentada en una mesa de banco contemplando la puesta de sol mientras la brisa cálida acaricia mi cara. Es una hermosa velada clara que habla sobre las obras de Dios en la playa Ben T Davis en Tampa, Florida. No sé ustedes, pero cuando las cosas están agitadas conmigo, me escapo para considerar mi proceso de pensamiento, pasar tiempo con Dios y callar mi alma.
Vivimos en un mundo tan acelerado que no nos damos cuenta de lo importante que es detenerse, descansar y descomprimirse de todo. Es vital que nos quitemos a nosotros mismos para tener claridad sobre nuestro espíritu, emociones y cuerpo físico. Dios nos encuentra en este tiempo tranquilo. Mientras esperamos que Él nos hable, disfrutemos de Su presencia en la naturaleza, la música e incluso en el silencio.
Él está dispuesto a escuchar atentamente nuestros sentimientos, peticiones y necesidades con entusiasmo. Él está callado porque él te está dando la oportunidad de compartir de todo corazón todo lo que está en nosotros. ¡Me encanta eso! Él no nos interrumpe cuando estamos hablando con Él. Una vez que le entregamos todo a Él y nada más esté en nosotros, entonces Él nos llenará de Su amor, paz, gozo y fuerzas. ¡Él nos dará claridad a nuestras situaciones en la vida!
"Esperé paciente y expectante al Señor; Y él se inclinó hacia mí y oyó mi clamor" Salmos 40:1
¡Paz, amor y alegría!
Sandra Ivette Miranda
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